Eran las 6:15 de la mañana del viernes 10 de Abril. El calendario marcaba VIERNES SANTO; Enith una mujer devota se encontraba en Tunja, una ciudad fría pero a la misma vez una ciudad cálida gracias a miles de peregrinos que año tras año visita la capital de Boyacá.
Enith estaba preparando el desayuno antes de ir a la primera procesión del día “El Vía crucis”. Su casa se encontraba rodeada de familiares en busca de tranquilidad, paz, y armonía.
Se acercaban las 8:00 AM, cuando Enith y sus familiares abandonaron la casa de ladrillo y paredes blancas para ir en busca de donde hubiese aglomeración de gente que deseaban escuchar el vía crucis.
Alrededor de la 9:05 de la mañana el Padre Alberto Carrillo dio inicio a tan importante acto, a pesar de las gotas de lluvia que invadían las vestimentas de Enith y muchas personas más comenzando la primera estación la gente seguía los monumentos firmemente pisando las piedras que por años habían hecho parte de Tunja .
Tras la segunda, tercera, cuarta estación hasta la numero 15 las manecillas del reloj corrían sin dejar huella, pues ya marcaban las 10:50 AM; y al parecer la nubes no dejaban abril el cielo las gotas de agua cada vez eran más grandes.
Cuando Enith observo el monumento de NUESTRO SEÑOR CARGANDO LA CRUZ, inmediatamente se le derramaron las lágrimas y con sus labios temblorosos repetía el padrenuestro, demostrando con su rostro la devoción a su catolicismo.
Cerca de las 11:15 de la mañana finalizó el vía crucis, de repente parecía como si hubiese ocurrido un milagro pues el sol alumbraba los cuerpos de miles de peregrinos que se encontraban rodeando la “Plaza de Bolívar “, plaza principal de tan hermosa ciudad.
15 minutos más tarde la procesión se había convertido en noticia, pues que las cámaras se adueñaban de los monumentos y sus participantes. Incluso y sonrisas hacían parte de la procesión que se vive hoy en dia en el mundo.
Siendo las 12:10 del meridiano enith y su familia arribaron a casa a disfrutar un excelente almuerzo que hacía arte de su tradición familiar, invitando a casa a una persona de bajos recursos económicos a compartir dicho almuerzo.
Cerca de las 2: 15 de la tarde y su familia se reunieron en la sala de la casa, un espacio grande y agradable a reflexionar sobre los hechos acontecidos.
Y así finalizo el viernes santo del 2009.
Enith estaba preparando el desayuno antes de ir a la primera procesión del día “El Vía crucis”. Su casa se encontraba rodeada de familiares en busca de tranquilidad, paz, y armonía.
Se acercaban las 8:00 AM, cuando Enith y sus familiares abandonaron la casa de ladrillo y paredes blancas para ir en busca de donde hubiese aglomeración de gente que deseaban escuchar el vía crucis.
Alrededor de la 9:05 de la mañana el Padre Alberto Carrillo dio inicio a tan importante acto, a pesar de las gotas de lluvia que invadían las vestimentas de Enith y muchas personas más comenzando la primera estación la gente seguía los monumentos firmemente pisando las piedras que por años habían hecho parte de Tunja .
Tras la segunda, tercera, cuarta estación hasta la numero 15 las manecillas del reloj corrían sin dejar huella, pues ya marcaban las 10:50 AM; y al parecer la nubes no dejaban abril el cielo las gotas de agua cada vez eran más grandes.
Cuando Enith observo el monumento de NUESTRO SEÑOR CARGANDO LA CRUZ, inmediatamente se le derramaron las lágrimas y con sus labios temblorosos repetía el padrenuestro, demostrando con su rostro la devoción a su catolicismo.
Cerca de las 11:15 de la mañana finalizó el vía crucis, de repente parecía como si hubiese ocurrido un milagro pues el sol alumbraba los cuerpos de miles de peregrinos que se encontraban rodeando la “Plaza de Bolívar “, plaza principal de tan hermosa ciudad.
15 minutos más tarde la procesión se había convertido en noticia, pues que las cámaras se adueñaban de los monumentos y sus participantes. Incluso y sonrisas hacían parte de la procesión que se vive hoy en dia en el mundo.
Siendo las 12:10 del meridiano enith y su familia arribaron a casa a disfrutar un excelente almuerzo que hacía arte de su tradición familiar, invitando a casa a una persona de bajos recursos económicos a compartir dicho almuerzo.
Cerca de las 2: 15 de la tarde y su familia se reunieron en la sala de la casa, un espacio grande y agradable a reflexionar sobre los hechos acontecidos.
Y así finalizo el viernes santo del 2009.
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